Cada cajón, cada espacio, cada bocanada de de tranquilidad, converge el universo en la dosis adecuada. La chica, el sombrero, el hombre con el gusano en la mano se cuelan por las rendijas de la matriz transponiendo sus cuerpos presentes al flujo continuo de mariposas subterráneas. Ser todos y ser nadie, un barrido inducido de cada versión propia, de cada perspectiva asumida alguna vez. Exististe en un momento muy lejano, en un continente muy árido, paseare en él mañana, sublevaré a tus obreros, los tomaré en mis manos y te besaré.
jueves, 29 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
Mario Benedetti
lunes, 12 de abril de 2010
Intervalo
A mi intervalo favorito. Ser servicial, ser viceral, ser suspiro y ser contemplación. Ser estúpido al contemplar en mi intervalo, el chocolate ocular, dejar de oir, dejar de estar, contemplar y solo contemplar. Ofender y blasfemar, escuchar de tus labios el mar, a traves de tus cabellos el sol me ha de segar. En tu cintura querer morar, en tu nombre alucinar y tu corazon alterar. Insolente mortal en tu suave moral, llorar, volar, eyacular.
Mi queridisima sutil, he aqui tu esclavo varonil, el niño atril, tu pecho febril señorita hostil. La envidia del vil al acabar la memoria del sentimiento senil, mi intervalo juvenil, aquella princesa con pechos de marfil, libera la bruma del canil, volvamos este salvaje una bestia civil. Ferrocarril viril, retorcido por deseo por ti, mi querida...
Mi queridisima sutil, he aqui tu esclavo varonil, el niño atril, tu pecho febril señorita hostil. La envidia del vil al acabar la memoria del sentimiento senil, mi intervalo juvenil, aquella princesa con pechos de marfil, libera la bruma del canil, volvamos este salvaje una bestia civil. Ferrocarril viril, retorcido por deseo por ti, mi querida...
demases
amor,
aroma,
belleza,
ella,
hiperrealismo
sábado, 10 de abril de 2010
Instantánea 3
A mi infernal. Cuando el hambre del alma es saciada con el solitario aroma del emprendimiento, los seres sumidos en letargo caminan hacia el Dios amarillo. Seguí así mi anti-reflexivo sendero, camine con mi paralelo. Pero él era ingenuo, culpable y testigo de mi próxima aventura. He me ahí sumergido en la mas confortable nada, cuando ante mis ojos la hermana privilegiada del ministro negro, penetra mi mortal ser con sus oscuros atuendos teñidos con las almas de mil senadores y su cabello pintado con la sangre de las manos de un obrero. Frente a mí, mi huerfana infernal.
demases
belleza,
ella,
hiperrealismo,
infernal,
oscuro
jueves, 8 de abril de 2010
Instantánea 2
La ausencia y presencia del ente electromagnético. Al caer el solvente sobre mi veneno y afrodisiaco favorito. El recuerdo de aquel intervalo permanente se mezcla con la tierra húmeda que sube nocturna a mi famélico olfato. El futuro es más lento de noche, los pasos mas pesados y los intervalos más hermosos.
miércoles, 7 de abril de 2010
Instantánea 1
Vagando por la manada, viendo la miseria del siguiente mamífero. La caja se vuelve pequeña, gris y fría, la tierra se vuelve móvil y el aire parece barro en los pulmones. Cuando en ese instante, la sangre se vuelve acero frió en mis entrañas, al oír el llanto de una gitana que amamantaba a su triste descendencia.
demases
hiperrealismo,
madre,
miséria
sábado, 3 de abril de 2010
La duda
"Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante."
Oscar Wilde
Oscar Wilde
Caballo cojo y jinete ciego
Hablar del tiempo, rogar al de turno que digiera cada segundo con sus gaitas evaporadas, rezarle a cada aspecto de tu humanidad que desintegre el hidrogeno de tus inhalaciones, al contaminar mi sangre y mi dentadura con las ansias magmaticas de mi lobo albino. Gritar y morder el nombre de tu innombrable silencio. Desesperado, viceral, sangriento, satanico y violento, no matare ni violare tu santo nombre, pero canta para que respete tu armadura, las aves metalicas no saben de vulnerabilidad ni piedad, no saben de sencibilidad ni mamiferos azules, saben de volar, saben de altura y saben del sol. Acabada la transición, iniciado el suspiro la montaña amoldara tu espalda, la neblina penetrara tu vientre, y las hojas desnudaran tu cabeza. El corcel asmático te llevara en su margarita, el jinete ciego se fundira en tus costillas. La piel dejara el alma, el viento se vuelve concreto con tus lagrimas, se caen tus piernas y te deformas en la cosa más hermosa sobre el pavimento, la miel carmesi frenará tu nave y entonces el jinete absorvera tu cadena en el cuello de su asimetrico corsel.
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