martes, 31 de agosto de 2010

Sobre días soleados

Tenga presente al enfrentarse a un día soleado, el no hacerlo con el corazón abrigado, debe hacerse con el alma suceptible a transformaciones. No confiar en los promiscuos cielos celestiales, fáciles y rápidos a seductoras, morenas y húmedas nubes de lluvia, así es la primavera, todos se juntan. No creer en besos hace tiempo, se marchitan en los arboles y se pudren en el suelo. Disfrutar de miradas esporádicas como quien disfruta del aroma de las flores pero no olvidar que ojos y flores son órganos, pero no corazones. Aun que no está comprobado, las sonrisas se suponen que ayudan tener un buen día, insisto que no está comprobado. A los caballeros; alejarse de hermosas jóvenes con mochilas o carteras, guardan un hermoso collar de mascota en ellas. En el futuro próximo más indicaciones.

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